ATARDECER EN LA MONTAÑA · ANA & FEDE

Gratitud es lo que siento cada vez que recuerdo este día. Por aquel entonces Ana y yo, empezamos a entablar amistad. Un comentario llevó a otro, una propuesta llevó a otra y así hasta convertirse en una de las personas que conocen todos mis pasos importantes.
Ana y Fede son probablemente de los seres con más luz que conozco. Porque hacen la vida más bonita a quien se cruza con ellos. Porque son de las personas que invitan a soñar. Porque son de esos amigos que te aconsejan cuando se lo pides, que te cuidan cuando no, que confían en todo lo que haces, que se lían la manta a la cabeza para ir a ver un atardecer a lo más alto de la montaña o a pasar un día en la playa con un tupper para compartir… Esos que elevan tu motivación cuando pensabas que la habías perdido y que hacen que a tu lado, todo sea un juego.
En fin, en una tarde de sesión de pareja en la montaña como esta surgió la confianza que hoy nos une. Y no puedo estar más agradecida a la vida por encontrarnos en el camino.
¿Nos acompañas en este atardecer? ¡No sabes la de cielos que se pueden ver si miras desde aquí!